Los elementos que constituyen la biósfera, se dividen en inorgánicos, como la luz, el suelo, el agua, y en orgánicos, que a su vez se dividen en flora y fauna.
En todo ecosistema los animales tanto vertebrados como invertebrados, constituyen un factor importante. Sus relaciones con los demás integrantes del ecosistema, contribuyen a mantener un equilibrio relativo, cuya estabilidad, posible gracias a complicados mecanismos de retroalimentación en cadena, se altera fácilmente cuando se incide en cualquiera de sus eslabones, por más insignificantes que éstos puedan parecer.
Desde sus orígenes, los animales han estado en competencia para sobrevivir. Además, cambios constantes en el medio ambiente han dado como resultado la desaparición de algunas especies y el florecimiento de otras. Estos procesos evolutivos ocurren de manera lenta a lo largo de millones de años, sin embargo, cuando el hombre llegó a escena, hace relativamente poco tiempo, los delicados eslabones faunísticos que habían tenido larga permanencia en la naturaleza, empezaron a romperse y verse alterados.
Desde los tiempos más remotos, el género humano ha hecho uso de la fauna silvestre matando o capturando selectivamente algunas de las especies que la integran, bien para liberarse de especies dañinas (serpientes, roedores etc.), o para utilizar su carne como alimento y sus pieles como vestido.
La extinción de algunos animales o el estado crítico de otros, por acción del hombre ha sido registrada por algunos autores como Heim (1952) que menciona, entre otras especies definitivamente desaparecidas, a la moa (Dinornis ingens) gigantesca avestruz de Nueva Zelanda.
La extinción de la fauna tiene graves repercusiones en los ecosistemas, sobre todo en lo referente a las cadenas tróficas y alimenticias. En la mayoría de los casos, de las especies desaparecidas no se tenía suficiente información acerca de su papel en los diferentes ecosistemas en que participaban.
En nuestro país existen, según la lista de especies en peligro de extinción presentada en la Organización de Estados Americanos (OEA) el 5 de febrero de 1973, cerca de cuarenta especies de vertebrados, tanto terrestres como acuáticos. Por ejemplo, el jaguar (Panthera onca) y el cocodrilo (Crocodylus acutus y C. moreletti), cuyas poblaciones han decrecido debido a la caza de que son objeto para el comercio de sus pieles, el cual, la mayoría de la veces, se realiza en forma ilegal, principalmente en la zona sureste del país.
Otra causa de extinción, es la desaparición o perturbación de los hábitats característicos de las especies, debido a desforestación, establecimiento de cultivos agrícolas, asentamientos humanos, etcétera, con la consecuente alteración del equilibrio ecológico. Tal es el caso del pavón (Oreophasis derbianus) en Chiapas, cuyo hábitat, el bosque nublado, se encuentra ya muy reducido. Esto ha ocasionado que sus poblaciones disminuyan en forma alarmante ya que no se adaptan a zonas alteradas.
La contaminación química es, también, causa de daño a la fauna. Los insecticidas aplicados en los cultivos, a la larga entran a las corrientes de ríos y mares, donde son ingeridos por microorganismos que son comidos por peces y otros animales, y éstos, a su vez, devorados por las aves. En cada paso de esta cadena alimenticia, el insecticida se concentra cada vez más. Tales concentraciones en las aves afectadas hacen que produzcan huevos con cáscaras deficientes en calcio, que el paso de las madres rompe durante la incubación. Como consecuencia de este proceso los pelícanos pardos, los cormoranes y otras aves se han extinguido ya en algunos lugares donde antes predominaban. La contaminación por insecticidas ha llegado incluso a la Antártida y el Artico afectando a pingüinos y osos polares.
Todas estas situaciones se han acentuado en el presente siglo debido a la explosión demográfica humana. Cada día es necesario talar bosques y selvas para satisfacer necesidades de alimento y habitación. Por estas razones es importante elaborar un plan nacional de explotación racional de recursos faunísticos. Dicho proyecto debe tener en cuenta una serie de consideraciones sociales, tales como la agricultura que altera zonas natural y afecta a la fauna. Pero ¿cómo convencer a esta población de poner fin a la perturbación, cuando todos sus esfuerzos apenas bastan para evitar que se mueran de hambre? ¿Cómo recomendarles no matar un ocelote cuando la venta de su piel proporciona un cierto ingreso que alivia su ya deteriorada economía? Es por ello, que los científicos involucrados en la conservación de la fauna no sólo deben ser capaces de proponer medidas de protección sino, también en colaboración con otros especialistas, de presentar alternativas de satisfacción a las necesidades del conjunto social y no solamente del individuo.
Esto nos viene a mostrar de una parte, que en México no se cuenta con el número suficiente de especialistas en las diferentes disciplinas ecológicas, y, de otra, que muchas veces se realizan investigaciones siguiendo modelos extranjeros y no según nuestras necesidades. Es urgente entonces la formación de profesionales conscientes de su participación social como científicos.
Los animales que encabezan la lista son los siguientes:
Este animal se ha adaptado muy bien a las condiciones que caracterizan los pastizales desérticos, que es donde mejor se ha desarrollado.
El clima de estos lugares es extremoso, es decir, durante el día hace muchísimo calor y en la noche el frío es muy intenso.
En nuestro país existen tres tipos de berrendos: el peninsular, que vive en el desierto de Vizcaíno, al sur de Baja California.
El mexicano, que habita en el noroeste del estado de Chihuahua, y el sonorense, que se encuentra al noroeste de Sonora, en el desierto de El Pinacate. Este último es la especie más pequeña y de color más claro.
Actualmente 3 de las cuatro especies del tapir que quedan viven en América:
1. Tapir norteño que se lo encuentra desde Tehuantepec hasta el Ecuador
2. Tapir andino
3. Tapir Brasileño que se encuentra en la parte norte de Sudamérica y que es el más común.
Las poblaciones de manatíes en el pasado disminuyeron principalmente por el consumo de sus carnes por humanos.
• Halcón peregrino
El halcón peregrino(nombre cientifico: Falco peregrinus) es una especie de ave de presa cosmopolita de la familia falconidae y del genero falco. Es un halcón grande, del tamaño de un cuervo, con la espalda de color gris azulado y la parte inferior blanquecina con manchas oscuras; la cabeza es negra y cuenta con una amplia y característica bigotera también de color negro. Puede volar a una velocidad de crucero de 100 km. /h, pero cuando caza efectuando un ataque en picado, puede alcanzar más de 3000 km. /h, lo que lo convierten en el animal más rápido del mundo.
El Halcón Peregrino una vez fue numeroso en Norte América pero ahora puede que se extinga. El Halcón Peregrino se ésta extinguiendo por intoxicaciones por una sustancia tóxica soltada conocida en inglés como DDT. El DDT es una sustancia tóxica restringida (que ya no se puede usar) y que fue antes usada en los insecticidas.
• Águila arpía
Se le ha visto en las selvas tropicales y subtropicales, especialmente en sectores serranos o accidentados, desde México hasta Venezuela, Colombia, Guayanas, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay.
La característica principal de este animal es que es endémico, es decir que no se da en otra parte por las características que requiere para su desarrollo.
La amenaza se encuentra desde hace 30 años pero el animal pasó a estar en peligro de extinción hasta hace poco. Vive en Durango.
La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) es una especie de tortuga marina de la familia de los quelonidos, que se halla en peligro critico de extinción Es la única especie del genero Eretmochelys. Existen dos subespecies, Eretmochelys imbricata imbricata que se puede encontrar en el océano atlanticoy Eretmochelys imbricata bissa, localizada en la región indo-pacicoba.
En México, las playas donde desova la tortuga de Carey, están tanto en el Pacífico como el Atlántico. Es carnívora y su dieta se compone de esponjas marinas, caracoles, crustáceos, erizos, estrellas de mar, moluscos y peces, es decir, toda forma de vida que habite en arrecifes
• Águila real
El águila real (Aquila chrysaetos) es una de las aves de presa más conocidas y ampliamente distribuidas de la Tierra. Al igual que muchas otras especies de aquilas, pertenece al género Aquila y la familia accipitridae.
El Águila Real es natural de todo el hemisferio Norte. La encontramos en casi toda América del Norte, Europa, Asia y el norte de África.
Las que anidan al extremo norte son migratorias, el resto de la población es sedentaria. Habita en las zonas donde la vegetación no es muy densa y en bosques de pinos. Se le ve en las llanuras, en los bosques despejados y en lugares semiáridos.
FLORA
México ocupa el 5º lugar en biodiversidad de plantas vasculares y en fanerógamas, así como el 1º en cactáceas ya que cuenta con 950 especies de las 2500 existentes en el planeta.
TIPO DE VEGETACIÓN No DE ESPECIES ESPECIES
BOSQUE DE CONÍFERAS 294
BOSQUE DE ENCINOS 332
BOSQUE MESÓFILO DE MONTAÑA 298
BOSQUE TROPICAL PERENNIFOLIO 217
BOSQUE TROPICAL CADUCIFOLIO 253
BOSQUE TROPICAL SUBCADUCIFOLIO 194
BOSQUE ESPINOSO 145
BOSQUE SECUNDARIO 204
PASTIZAL ZACATONAL 26
VEGETACIÓN ACUÁTICA Y SUBACUÁTICA 56
MATORRAL XERÓFILO 250
PASTIZAL INDUCIDO Y CULTIVOS 112
Muchas de estas especies se encuentran amenazadas o en peligro de extinción. La sobre explotación, la sustitución de la flora debida a la práctica del monocultivo, la contaminación del agua y del aire, el deterioro del suelo, el comercio ilegal (biopiratería), la destrucción del hábitat y la introducción de especies exóticas, han puesto en situación muy difícil a un gran número de especies. Al final de esta hoja encontrarás una amplia lista de especies reportadas como raras, amenazadas o en franco peligro de extinción, organizadas de acuerdo a la familia a que pertenecen.
ESPECIES RARAS, AMENAZADAS O BAJO PROTECCIÓN ESPECIAL O EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
HELECHOS:
HONGOS:
CACTÁCEAS:
ORQUÍDEAS:
PINOS: